Yo, nada merece mayor ataque. El yo es para ti, no para los demás. Abandona tus pretensiones egocéntricas. Poeta, no queremos saber de ti, ni de tu vida. Habla del mundo, de nuestro mundo.
Poeta, cuenta, di, expón, mas no ocultes. Haz de tu instrumento algo útil, no un mero juego. Tu arte es arte pero no te eleves demasiado, tu obra no viene de musas sino del polvo. Déjate de abstracciones, toca y escribe, mira y compón. ¿Crees que acaso llegarás a algo? ¿Piensas ser agradable? Mantente en tu cajón. Saca el mundo al mundo, mete al yo en ti. Guárdate, no salgas del perímetro de tu mesa, no oses mostrarte.
Pero hazlo, hazte letra, subsiste en el papel. Mantén un mínimo de tu esencia, no te dejes desaparecer para que, después, te encuentren. Para que después existas, para que seas.
Cuando he leído el texto he sentido la necesidad de comentar. Reconozco que tanto mi yo escritora como mi yo lectora son muy emocionales y me ha trasmitido mucho.
ResponderEliminarCreo que hay un rico equilibrio en la forma, es armoniosa y melódica. Sin embargo, aunque la idea de que el autor no debe volcar todo su yo en su obra es la más seguida en la actualidad, yo no estoy de acuerdo con ella: la literatura es forma, sí, pero también es emoción, pasión, experiencias, vida... Al menos, para mi gusto.
En general me parece una hermosa, interesante y elegante reflexión sobre el acto de escribir; me ha gustado mucho.
Ojo, no rechazo la presencia de vivencias y demás, pero sí rechazo exponer el yo. El protagonista de una obra nunca debe ser su creador sino el mundo a través de sus ojos.
EliminarComo adorador de la poesía del Romanticismo me siento completamente atacado xD
ResponderEliminarPero en serio, mola. Esto es lo que yo buscaba, intercambiar ideas, aprender unos de otros, hacer cosas juntos (no se entienda esto mal). ¡Animaos a publicar los demás, jóvenes filólogos!
Josh en mi opinión no existe obra sin autor. En el momento en el que decides contar al mundo lo que ven tus ojos, ya hay una implicación del "yo".
ResponderEliminarPor supuesto, y no ataco a esa forma del yo, sino al hecho de hacer poesía sobre uno mismo, que es lo que considero una muestra exagerada del yo.
Eliminarme enamoran los consejos del escritor de tinta al escritor humano¡ Es el camino del auxilio!
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